Te dí una oportunidad y la desaprovechaste.
Ahora me llamas al teléfono una y otra vez, y me escribes mensajes que ni leo. "Me estoy pintando las uñas" te contestaba al principio, ahora ya ni eso.
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Te alababas a ti mismo ante tus amigos. Yo era una proeza conseguida por ti, te creíste irresistible.
¡Pobre!, ahora no eres, más...que una muesca en mi liguero. .
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